5 momentos que definieron la carrera de Amy Winehouse

Con pocos años logró convertirse en una leyenda y en una de las cantantes más importantes de todos los tiempos

Con pocos años logró convertirse en una leyenda y en una de las cantantes más importantes de todos los tiempos

Hay artistas que su paso por la industria musical es muy corto y en este mundo general, cambiaron la historia y marcaron a millones de personas en el planeta, con la letra de las canciones o con la simple melodía, como es el caso de Amy Winehouse, quien con pocos años logró convertirse en una leyenda y en una de las cantantes más importantes de todos los tiempos.

Hay que recordar que a inicios de los 2000, Amy Jade Winehouse apareció con influencias del jazz y la música “antigua” en la escena musical del Reino Unido con un estilo único y una voz impresionante llena de expresividad y talento que hicieron que muchos se fijaran en ella. Es por eso que en cuestión de unos cuantos años, logró alcanzar los reflectores que se merecía.

Sin embargo, para 2008, Amy Winehouse se convirtió en una de las cantantes más populares e importantes del momento al lanzar uno de los mejores discos de la historia, se esperaba que su nombre siguiera ascendiendo y haciendo música que impactara al mundo, pero lamentablemente, nadie contaba con que su paso por la industria musical.

Pues su lucha contra las adicciones y problemas personales nos arrebataron a esta enorme artista, quien murió el 23 de julio de 2011 a los 27 años de edad, cuando la encontraron sin vida en su departamento de Londres.

Para tenerla presente te brindamos 5 momentos que hicieron la diferencia en la trayectoria de Amy Winehouse con uno muy importante.

El 20 de octubre de 2003 y después de firmar con Island Records, la artista británica lanzó su álbum debut, Frank, titulado así en honor a Frank Sinatra, una de las figuras que la motivaron a seguir un camino en la música.

Este disco producido principalmente por Salaam Remi estaba fuertemente influenciado por el jazz, combinado con soul y R&B, y a excepción de dos covers, todas las canciones estaban coescritas por la propia Winehouse.

Con Frank, Amy Winehouse consiguió un disco de platino en el Reino Unido y gracias a su álbum debut, recibió nominaciones a los Premios Mercury Music y a los BRIT Awards. En 2004 ganó un Premio Ivor Novello a la Mejor Canción Contemporánea por su sencillo “Stronger Than Me”. A partir de aquí, la escena musical británica le empezó a dar reflectores, perfilándola como la siguiente gran voz de una nueva generación.

Durante los siguientes años, Amy Winehouse pasó por altibajos. Sí, estaba saboreando el éxito de su álbum debut, cada vez era más popular no solo en el Reino Unido, también en otras partes del planeta y la respetaban en el mundo de la música. Sin embargo, a partir de esta época comenzó a recibir demasiada atención por partes de los medios británicos (en particular los de chismes), quienes hicieron públicos sus problemas con las adicciones, lo que la llevó a ganarse una mala reputación.

En 2005 la cantautora comenzó una relación tormentosa con Blake Fielder Civil, pero terminó en poco tiempo porque volvió con su exnovia (aunque Winehouse regresó con él en 2007 y terminaron casándose en mayo de ese mismo año). A pesar de que Amy salió con otras personas, el golpe que le dejó Blake en el corazón fue tan profundo que transformó ese dolor en canciones.

El 30 de octubre de 2006, Amy Winehouse publicó su segundo álbum de estudio, Back to Black, que tuvo enorme recepción tanto comercial como crítica, alcanzando el número uno en el Reino Unido y obteniendo disco de platino en Estados Unidos. En este disco, en el que se clavó de nuevo en el soul y el R&B (más inclinado a la vibra de Motown), la cantautora incluyó rolas que fueron clásicos instantáneos como la rola homónima, “Rehab”, “You Know I’m No Good”, “Tears Dry On Their Own” y “Love Is A Losing Game”.

Con su segundo material discográfico, Amy se llevó un Brit Award en la categoría de Mejor Artista Británica y en junio de 2007, nuevamente recibió una nominación a los Mercury Prize, en la categoría de Álbum del año. Pero quizá lo más importante fue que gracias a esta placa, Winehouse se convirtió en una artista global (que impuso moda con su look vintage y rolas honestas), pero también puso en el mapa a Mark Ronson como uno de los productores más interesantes del momento.

Amy Winehouse logró presentarse en Glastonbury, uno de los espacios musicales a los que ya asistía como fan. Sin embargo, para 2007 y luego del enorme recibimiento que tuvo con Back to Black, las expectativas por su aparición en el festival británico estaban por los cielos y por supuesto que la cantante respondió dando una de las mejores presentaciones de su carrera.

El 22 de junio de 2007, Amy sorprendió a todos los asistentes anunciando dos presentaciones en Glastonbury: una por la tarde en el Pyramid Stage y otra más por la noche en el Jazz World Stage. Sin embargo, fue el show que se aventó en el icónico escenario principal el que hizo que entrara en las listas de los sets más recordados del festival.

Amy Winehouse tocó a las tres de la tarde y durante sus primeras rolas comenzó a caer un aguacero. Pero logró reunir a más de 80 mil personas quienes lograron ver una de las mejores presentaciones de la historia de Glastonbury, donde la artista británica cantó casi todas las canciones de Back to Black, un par de Frank e incluso se aventó varios covers como “Monkey Man” de Toots & The Maytals y “Valerie” de The Zutons.

Para 2008, Amy regresó al festival para presentarse de nuevo en el Pyramid Stage en un horario de headliner, aunque su set en aquella ocasión es recordado por un altercado con un fan, pues Winehouse se bajó del escenario para cantar “Rehab” con su público y presuntamente, alguien le tocó el pecho. Sin embargo, aquel show en el 2007 es el vivo ejemplo de la mejor etapa en la carrera de la cantautora.

Casi dos años después de lanzar Back to Black y de conquistar al mundo entero, Amy Winehouse terminó de consolidarse como la artista más importante del momento en los premios Grammy de 2008. El 10 de febrero de aquel año se celebró la ceremonia a la cual, la artista no pudo ir debido a que le negaron la visa a Estados Unidos por uso y abuso de sustancias ilegales.

Y aunque al final le dieron permiso para entrar al país, la visa no llegó a tiempo para que pudiera lanzarse a la gala. Es por eso que Amy se presentó desde Londres, donde cantó “You Know I’m No Good” y “Rehab”. Sin embargo, lo más importante de esa edición de los premios fue que arrasó con todas las categorías en las que estaba nominada.

Amy Winehouse resultó ser la gran ganadora de los Grammy de 2008, llevándose cinco de los seis premios por los que competía, entre ellos: Mejor artista nuevo, Grabación del año (que anunció Tony Bennett, uno de sus grandes ídolos), Canción del año, Mejor interpretación femenina de pop por “Rehab”, además de Mejor álbum pop vocal por Back to Black. Además, Mark Ronson se llevó el premio a Productor del año por su trabajo en este discazo.

Por si no fuera suficiente colocarse en la cima de la industria musical, Amy se ganó entrar a los Récords Guinness de 2009, por la mayoría de premios Grammy ganados por una artista británica. Definitivamente, este fue uno de los momentos clave e importantes a lo largo de toda su carrera.

Después de consolidarse como una de las mejores cantautoras de su generación y que todo el mundo esperara su siguiente disco, las cosas con Amy Winehouse lamentablemente fueron en picada. Sus problemas personales y con la ley la llevaron a alejarse por completo de su carrera artística, y como ya lo mencionamos antes, cuando los tabloides británicos se enfocaron en sus adicciones y se encargaron de vigilará todo el mismo, nada volvió a ser lo mismo para ella.

A pesar de que trabajó en música nueva, colaboró con Mark Ronson en “It’s My Party” para Soul Bossa Nostra (un disco tributo a Quincy Jones) e incluso Island Records declaró que estaba en el proceso de grabación de su siguiente álbum, Amy se enfocó en su vida personal y de pasada, dio unas cuantas presentaciones en vivo en el camino, algunas espectaculares y otras no tanto.

El 18 de junio de 2011, Amy Winehouse dio el que se convertiría en su último concierto, en el Kalemegdan Park de Belgrado, en Serbia. En aquella ocasión la acompañó Moby como acto telonero y había mucha expectativa por el show, pues días antes había ofrecido una presentación increíble en Londres. Sin embargo, las cosas no salieron como todos esperaban.

Amy salió una hora tarde de lo programado y se subió al escenario tambaleándose (evidentemente en mal estado) frente a 20 mil personas que al escuchar que no podía cantar y se olvidaba de las letras, la abuchearon. Sin embargo, lo más triste de esta presentación es que Winehouse se estaba apagando y muriendo lentamente ante toda esa multitud.

Luego de este concierto en Serbia, Amy Winehouse canceló el resto de la gira que tenía programada por Europa para el verano de 2011 y todas las presentaciones públicas. La última vez que el mundo pudo verla fue el 20 de julio de ese mismo año, cuando acompañó a su ahijada, la cantante Dionne Bromfield en el escenario del iTunes Festival de Londres (aunque no cantó).

Pero lamentablemente, tres días después de este show la maravillosa voz de Amy se apagó una de las más privilegiadas y expresivas de todos los tiempos, y una de las mejores artistas que el mundo haya tenido la oportunidad de escuchar. Sin embargo, su influencia y legado siguen presentes y continuará inspirando con su música y talento a muchas mujeres que quieran dedicarse a la música.

About The Author