La Iglesia debe ser faro que ilumine las noches del mundo: León XIV

Desde la majestuosa Capilla Sixtina, León XIV celebró su primera misa como Papa, subrayando la misión de la Iglesia Católica como faro de fe en un mundo cada vez más secularizado.
Un llamado al testimonio de fe primer mensaje del Papa León XIV
Durante la Misa pro Ecclesia, el papa León XIV enfatizó que los cristianos deben dar testimonio de su fe incluso en ambientes donde “se considera una cosa absurda” debido a la preferencia por la tecnología, el dinero, el éxito, el poder y el placer.
De este modo, León XIV instó a un compromiso personal y comunitario con Cristo, recordando las palabras de San Pedro:
«Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo» (Mt 16,16).
Desafíos actuales para la Iglesia: León XIV
El pontífice reconoció que hoy muchos ven la fe cristiana como una debilidad o una idea superada.
Además, alertó sobre el riesgo de un ateísmo práctico, incluso entre bautizados, cuando Jesús es reducido a un mero líder carismático o figura histórica.
“Este es el mundo que nos ha sido confiado. Precisamente por esto, la misión es más urgente”, afirmó León XIV.
Desaparecer para que Cristo permanezca
León XIV subrayó su papel como Sucesor de Pedro, llamado a servir a la Iglesia universal con humildad y entrega total.
Invitó a quienes ejercen autoridad eclesial a “desaparecer para que permanezca Cristo” y a “hacerse pequeños para que Él sea conocido y glorificado”.
Cristo: modelo de humanidad santa
El Papa resaltó que Jesús, único Salvador, revela el rostro de Dios a través de una humanidad santa y accesible.
Por lo tanto, la misión de la Iglesia es anunciar el don de Dios y acompañar a las personas en un camino de conversión y transformación espiritual.
Con palabras de paz y esperanza, León XIV marcó el inicio de su pontificado recordando que la Iglesia debe ser luz que guía en la oscuridad, testigo valiente de la fe y fuente de consuelo en un mundo que busca sentido.
“Que Dios me conceda esta gracia, hoy y siempre, con la ayuda de la tierna intercesión de María, Madre de la Iglesia”, concluyó el pontífice.