Olimpia Coral expone y reconoce a las mujeres violentadas en la región Nororiental de Puebla

Después de ser agredida en el municipio de Huehuetla, la activista Olimpia Coral, señaló que las mujeres también han sido violentadas como ella

Después de ser agredida en el municipio de Huehuetla, la activista Olimpia Coral, señaló que las mujeres también han sido violentadas como ella

La activista Olimpia Coral, después de ser agredida, perseguida y amenazada por varios hombres en el municipio de Huehuetla, expone y reconoce que las mujeres son violentadas como ella, en la región Nororiental del estado de Puebla.

Olimpia tuvo que viajar más de cuatro horas para denunciar, en su largo y cansado viaje al municipio de Zacatlán, rumbo a la Fiscalía General del Estado (FGE) en la ciudad de Puebla, rememoró los hechos violentos que sufrió anoche.

Además, aprovechó para mencionarle al gobernador Sergio Salomón Céspedes, quien se mostró atento de la situación, pues no es un caso aislado. Lo que ella vivió le ocurre a muchas mujeres en esta región de la Sierra Nororiental y la mayoría carece de los medios para exigir justicia.

A través de su red social Instagram la activista y creadora de la Ley Olimpia subió un video en el que graba su partida de aquel municipio y va narrando parte de lo que le ocurrió anoche, mientras platicaba pasó frente a la gasolinera y la tienda donde la agredieron junto con dos de sus acompañantes, Isabel y Manuelita.

También resaltó que a pesar de que estuvo pidiendo auxilio a diversos negocios y casas ubicadas sobre esa calle que circulaba, nadie le prestó ayuda y la Policía Municipal llegó tarde a su rescate, es decir, se notó su ausencia.

por este motivo se negó a que uniformados de esa corporación formaran parte de la vigilancia y custodia que inició de Huehuetla a la capital poblana para realizar su denuncia de manera formal.

Este jueves 11 de abril, a las 15:00 horas salió del municipio escoltada tanto por la Policía Estatal como por la Universidad Intercultural, mencionó que son un poco más de cuatro horas de camino. Un largo peregrinar para muchas mujeres que no cuentan con los medios como ella, por ejemplo, de un vehículo propio para trasladarse y denunciar.

Por su parte, el gobernador Sergio Salomón Céspedes, tras enterarse de lo ocurrido a Olimpia Coral, ofreció todo su respaldo y en respuesta, la activista le dijo que “no es un caso aislado”. Lamentablemente muchas mujeres viven está situación y carecen de todos los recursos para buscar y obtener justicia.

Cabe resaltar que, la noche del 10 de abril la activista y defensora de los derechos de las mujeres, Olimpia Coral Melo, así como dos de sus compañeras, sufrieron agresión y acoso por sujetos alcoholizados en una gasolinera del municipio de Huehuetla.

Olimpia se encontraba en aquel municipio porque precisamente fue a impartir una conferencia sobre violencia digital contra las mujeres.

“No vamos a cancelar el encuentro de hoy. Ahora más que nunca vamos a hablar”, escribió tras dar a conocer la agresión.

Hay que recordar que, la noche del miércoles 10 de abril, Olimpia, Isabel y Manuelita decidieron pasar a un OXXO para comprar alimentos, donde un hombre en estado de ebriedad se encontraba orinando en vía pública, por lo que Olimpia le recriminó este acto, en respuesta, el agresor comenzó a hablarle con groserías y a golpear su vehículo.

Las mujeres intentaron retirarse y refugiarse en una gasolinera, pero las persiguieron tres vehículos más, en uno de ellos viajaba el agresor, quien volvió a encararla y a gritarle groserías mientras las otras personas trataban de calmarlo.

Cuando comenzó a grabar con su celular, dos hombres se le acercaron y le pidieron que no lo hiciera y mejor se retirara porque la gente del lugar era “un poco difícil”. Aún así, ante el temor de que las agredieran en el camino, decidieron permanecer en el lugar hasta que llegara la policía, pero nunca llegó.

El hombre insistía en lanzar amenazas y amagar con bajar un objeto para golpear el vehículo. Las víctimas decidieron salir de la gasolinera rumbo a la Universidad Intercultural con el temor de encontrarlos mientras trataba de resguardarse.

Durante el trayecto se percataron que les habían ponchado una llanta, al final, ya no llegaron a su hotel, se quedaron resguardadas en la universidad. La Policía Municipal nunca llegó, pero, después de lo sucedido, ya había varias patrullas en el municipio. Al final, sí detuvieron al hombre que las agredió.

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